EDAD MEDIA Y EDAD MODERNA
En la Edad Media se sientan las bases para que Guadramiro se convierta en el
Por otra parte,
Precisamente bajo el reinado de Fernando II, en 1167, aparece la primera mención que se conoce de Guadramiro en un documento escrito. Se refiere a los hechos acontecidos cuando nuestro pueblo pasó a formar parte del obispado de Zamora tras entrar los soldados reales en la Catedral de Zamora persiguiendo a un malhechor, lo que violaba el derecho a la autonomía eclesiástica, por lo que el rey donó al obispo zamorano las villas de Guadramiro y Monleras. Dos años más tarde, en 1169, Guadramiro aparecerá en otro documento de Fernando II de León en que es citado delimitando el territorio de la aldea de Vitigudino al ser donada esta última a la Catedral de Salamanca por dicho rey y su esposa doña Urraca.
En cuanto a la adscripción territorial Guadramiro durante la Edad Media perteneció al Concejo de Ledesma, rigiéndose por el Fuero que Alfonso VI de León otorgó a la villa bletisense en el año 1100, el cual fue actualizado en 1161 por el nuevo fuero que Fernando II de León otorgó a Ledesma. Precisamente por dicha villa será representado Guadramiro en las primeras cortes del
Como se ha dicho, en la Edad Media Guadramiro será uno de los principales focos de población del norte de la actual provincia de Salamanca, y debido a ello nuestro pueblo será la
Los pueblos importantes ya se resaltaban en negrita en los mapas de aquella época: como en este caso de Ledesma,Vilvestre, Saucelle, Hinojosa, Bermellar, Guadramiro y Vitigudino
En la transición de la Edad Media a la Edad Moderna varios guadramirenses escribirán algunas de las páginas más importantes de la historia del municipio. Así, en 1471 Fray Esteban de Guadramiro adquirirá fama al lograr que saliese impune de su acto una mujer que disfrazada de hombre pretendía ingresar como monje en el convento de San Antonio de la Puebla, en Galicia, donde se encontraba Fray Esteban de Guadramiro, que tuvo que mediar ante el Tribunal Provincial Franciscano de Santiago, logrando que no se castigase a la mujer y posibilitando las gestiones para el ingreso de ésta en el convento de Santa Clara de Pontevedra.
Por otro lado, en 1568 el caballero guadramirense Fernando de Ormaza ingresará en la Orden de San Juan de Jerusalén, orden con unas difíciles pruebas de acceso en las que había que demostrar una gran valía como hombre de armas para ingresar en ella.
Por su parte, Fray Antonio de Guadramiro se convirtió en 1579 en el primer hombre en dar una misa en la ahora argentina Tierra del Fuego.
Por otro lado, en 1489 Guadramiro se convirtió en el lugar de acogida de quien fuera canónigo de Palencia Gutierre de Pedrosa, que había sido acusado en aquella ciudad de varios delitos de los que finalmente fue indultado, iniciando una nueva vida en nuestro pueblo una vez había recibido el amparo del corregidor de Ledesma para poder instalarse en Guadramiro, donde se libraría de las malas lenguas y de unas acusaciones infundadas.
En cuanto a la emigración a América en dichos años Guadramiro no se mantuvo al margen de esta corriente (la cual proporcionalmente tuvo su mayor impacto en las regiones de León, Extremadura y Andalucía, siendo la actual provincia de Salamanca la tercera en el siglo XVI en aportar más emigrados a América tras Sevilla y Badajoz). Así, algunos guadramirenses que decidieron zarpar a Nuevo Mundo fueron Sancho de Lugones (en 1534), Juana Díez (en 1567), Pedro de la Peña (en 1569) o Pedro Maldonado de Ormaza (en 1594).
Por otra parte, uno de los hechos que tuvieron una importante influencia en Guadramiro en el siglo XVI fue el refugio que los moriscos buscaron en el pueblo, siendo el pueblo del noroeste charro que más sufrió por la expulsión de los mismos y es que, pese a ser escasos en número resultaron muy importantes para la economía guadramirense, por lo que su marcha supuso un importante golpe para nuestro pueblo así como para la economía de la zona (en total fueron expulsados 15.000 moriscos del Reino de León que se había convertido en el principal refugio de éstos en España y que si bien numéricamente eran muy inferiores a los 100.000 judíos expulsados en 1492 en este territorio su presencia económica era tanto o más importante que la de aquellos, siendo Guadramiro uno de los focos de refugio de moriscos en Las Arribes junto a Lumbrales y Aldeadávila, cuya mera presencia en un pueblo daba fe de la pujanza económica del mismo).
Por otro lado, durante todo el Renacimiento tendrá una importancia grandísima el linaje de los Maldonado-Ormaza, Señores de Guadramiro que desde el siglo XV poseían un palacio en nuestro pueblo de una notable factura, siendo uno de los monumentos más emblemáticos del municipio y para cuya defensa se construyó de forma coetánea la Torre, siendo el palacio en su construcción similar a ésta en lo referente a las decoración en esquinas y cornisas con bolas.
Otra de las características importantes del Guadramiro de la época fue el gran número de hidalgos que tenía, poseyendo dos tercios de todos los que había en la Roda de Mieza, circunscripción ésta del Partido de Ledesma a la que Guadramiro pertenecía y de la que nuestro pueblo era el núcleo más poblado, poseyendo en torno a un tercio de los habitantes de la misma y ejerciendo como capital de facto de la misma aunque no de iure.
El Renacimiento será la época de mayor apogeo monumental para Guadramiro, erigiéndose la mayor parte de monumentos emblemáticos que han llegado a nuestros días, siendo construidos en dicho periodo la Torre, el Palacio, la Ermita de la Virgen del Árbol, el Hospital, la Iglesia de El Salvador o la Casa-Palacio del Moral, así como otros edificios religiosos y nobiliarios que no han llegado a la actualidad.