TRADICIONES
En este apartado, y en los DESPLEGABLES DE LA IZQUIERDA, mostramos algunas de las tradiciones más importantes que se siguen celebrando en Guadramiro.
Las tradiciones reflejan valores y la esencia de un pueblo; constituyen un tendido entre el pasado y el futuro.
Destacan las fiestas en honor a San Cristóbal, fiesta antiguamente menor, convertida hoy en la fiesta principal del pueblo. Un Santo grande merecía una fiesta grade.
La celebración de las Madrinas aun se sigue celebrando, aunque con menor intensidad que las de San Cristóbal.
En cambio otras muy importantes en otra época (Carnavales, quintos, la vaca la manta, los Corpus…) se han ido perdiendo hasta prácticamente desaparecer, lo cual es una pena.
Sigue viva en Guadramiro la pasión por el folklore charro, la tradición que más nos identifica en nuestra zona, corazón de la charrería, bañada por las cuencas de los ríos Huebra y Yeltes.
El baile al son de la gaita y el tamboril, instrumentos que no faltan en cada acto festivo. Guadramiro siempre fue un pueblo charro por excelencia, cuna de grandes maestros de la gaita y tamboril y buenos bailadores. Además toda la gente del pueblo vestía con el traje charro, según nos han contado nuestros mayores. Era un sentimiento, una costumbre una razón de nuestro ser. Porque en muchos pueblos vecinos no era así.
Las viejas piedras de las calles de Guadramiro aun guardan el eco de muchas horas de gaita y tamboril, dulce sonido que ha acompañado desde siglos al aire de cada calle, rincón o caserón inyectando alegría y pausa en el duro trabajo del campo.
La pelota siempre ha sido otra de las aficiones en Guadramiro. Jugar al frónton. Antiguamente a mano, sobre la pared trasera de la ermita. Hoy en día en nuestro moderno frontón, en “peñacarretera” y mejor con raquetas. En las fiestas aun vienen grandes pelotaris a mano, a ser posible vascos, navarros o riojanos, los mejores en este deporte, y que hacen disfrutar a todos los asistentes.
La gastronomía, las matanzas, ir al mercado de Vitigudino todos los martes, reunirse en el bar, jugar al tute a la subasta…, el paseo a la Fábrica, a la Vega o a la Cruz Alta, son pequeñas grandes costumbres de las muchas que aún mantenemos en nuestro pueblo.
Las diversas agrupaciones sociales, culturales y religiosas son grandes transmisoras de tradiciones y costumbres en Guadramiro, La asociación cultural La Antanica, la cofradía de San Cristóbal, las peñas, entre otras…contribuyen a conservar el patrimonio cultural y las tradiciones de nuestro pueblo, así como a dinamizar un poco la vida social.
No falta la caza, práctica antiquísima, la cual requiere campo, nuestro mayor potencial, porque estamos en medio de la dehesa salamantina, lejos de los ruidos atronadores y ensordecedores de la ciudad, aquí aun percibimos los bellos sonidos de la naturaleza, sentimos el frescor del roció, el silbido del aire sobre las ramas de los árboles, el silencio de la tranquilidad, en definitiva, vivimos dentro de nuestro paraíso particular en pleno siglo XXI.
Vista parcial de Guadramiro, con la torre marcando la silueta que nos distingue.