DEFENSIVA (función de la torre)
La torre de Guadramiro fue construida en la época de los Reyes Católicos, entre los siglos XIV - XV.
Su estilo es claramente Isabelino, también llamado plateresco, hispano-flamenco, o estilo de los Reyes Católicos.
La torre de Guadramiro parece ser que se edificó para desempeñar dos funciones;
Una como campanario de la futura iglesia de El Salvador, la cual se construyó años después a su linde.
Y otra, como fortaleza y defensa del palacio de los Señores de Guadramiro, que se localizaba muy cerca de la torre.
Además serviría de atalaya defensiva de la villa, pues ya desde el siglo XII Guadramiro figuraba como villa en la comarca, cuando el resto de los pueblos de los alrededores eran apenas aldeas.
La situación de la torre fue bien elegida, ya que se encuentra edificada sobre un altozano que presenta el terreno natural si observamos el relieve del casco urbano.
No es la zona más elevada de los alrededores, ya que Guadramiro se encuentra situado entre cuatro cerros de mayor entidad que éste, los cuales sirven un poco de cobijo al caserío del pueblo. Pero no hay duda que dentro de los límites que conforman el casco urbano, la torre se erige sobre el lugar de mayor elevación ocupando además el
La torre a lo largo de la historia ha servido de defensa de la villa de Guadramiro como cualquier castillo debido a sus dimensiones y su situación, pero nunca estuvo sola.
Como hemos redactado anteriormente Guadramiro se encuentra situado entre cuatro cerros, y en lo alto de tres de ellos había tres ermitas.
Hoy solo pervive una, la situada al Este del pueblo en el teso de Nuestra Señora del Árbol, la más grande de las que existieron, con dimensiones exageradas para ser una ermita.
Las otras ermitas eran la de San Sebastián al Norte del pueblo, la del Humilladero y la de San Cristóbal al Oeste.
Las tres estaban situadas estratégicamente en lugares altos sirviendo de vigilancia y comunicación rápida con la torre y el resto del pueblo ante cualquier alerta mediante el sonido de sus campanas. Había cierta relación religiosa-militar en este tipo de construcciones.
Pero la torre no solo se construyó con los fines anteriormente descritos. La construcción de un edificio así era un reflejo de la economía del pueblo, un símbolo de poder y a la vez una seña de identidad como consecuencia del afán de destacar entre el resto de los pueblos y aldeas.
Guadramiro en los siglos XV-XVI destacaba en la comarca por la cantidad de nobles o hidalgos. A finales del siglo XVI se compatibilizaban 13 familias de nobles entre los que destacaba el linaje Maldonado- Hormaza que posteriormente alcanzaría el título de Marqués de Castellanos y Vizconde de Hormaza.
Esta familia era de suma importancia ya desde el momento de la construcción de la torre y de su gran palacio muy cercano a ella, por lo que siempre se ha sabido que la construcción fue muy relacionada y estuvo condicionado a estos señores, porque ya en el siglo XV ostentaban el título de Señores de Hormaza y Moronta.
Por el boca a boca, de generación en generación se ha comunicado que había pasadizos subterráneos desde el propio palacio hacía la iglesia y la torre.
La cercanía de la construcción es muy clara, pues todo el complejo palacial ocupaba prácticamente toda la manzana más inmediata a la torre, desde la hoy calle Enrollada, antiguamente calle Real, que separaba todo el complejo de las grandes paneras donde guardaban todos los poderosos diezmos de su gran propiedad.
Según el Catastro de Ensenada el conjunto palacial, sin las paneras, medía 80 varas de frente por 74 de fondo.
Los Señores (Maldonado- Hormaza) que habitaban el palacio, claramente se deberían sentir apoyados y defendidos por esta atalaya, pues si no resulta muy extraño que no elevaran un torreón o castillo en su propio palacio(a pesar de sus destacadas dimensiones) debido a la significativa función que desempeñaron cada uno de ellos a lo largo de la historia.
Ya en el siglo XV, concretamente en 1476, se conoce que Juan Maldonado, Caballero y morador del palacio; servía a los Reyes Católicos en sus conflictos y guerras con Portugal.
Concretamente lideró la batalla en la que resultó vencedor en Vitigudino, contra 4000 portugueses. Corría el 17 de enero de 1476, (según contaba Manuel Moreno Blanco en su libro “La Gudina”).
Batalla ocurrida en el contexto de la guerra civil estallada a la muerte de Enrique IV, en la cual se enfrentaron por el trono de la Corona de León y Castilla la princesa Juana (conocida como “La Beltraneja” y su tía Isabel (conocida como “La Católica”). En ella Juana fue apoyada por el marido, el rey de Portugal, mientras que a Isabel la apoyaba Aragón, patria de su marido Fernando. En este contexto, el oeste de la Corona fue más proclive a Juana, que estableció su cuartel general en la ciudad de Toro, hacía donde se dirigían las tropas “juanistas” entrando por San Felices, cuando en Vitigudino, les salió al paso Juan Maldonado (que era proclive a Isabel) teniendo así lugar la Batalla de San Antón en la que el Señor de Moronta y Hormaza líder de los comarcanos y vitigudinenses resulto vencedor.
Este mismo personaje fue importante en la defensa fronteriza en más ocasiones al igual que sus descendientes, siempre Caballeros, también moradores de dicho palacio en Guadramiro;
Como Juan Antonio Maldonado, natural de Guadramiro, fallecido en 1677 en torno a los 60 años de edad, Señor de Moronta y Hormaza. Corregidor de Toro y Capitán de la Nobleza de Salamanca en el Reinado de Felipe IV al que sirvió en la frontera con Portugal.
Gonzalo de Maldonado, natural de Guadramiro, fallecido en 1680. Menino (paje real) de la Reina Madre Doña Mariana de Austria, Caballero de la Orden de Santiago en la que ingresó en 1663. Señor de Moronta, Hormaza.... Casó con Ma Antonia de Porres y Tapia (hija del Señor de Castellanos, don Alonso, Regidor perpetuo de Segovia). De este enlace luego vendría la heredad y elevación a Marquesado, que correspondía por antigüedad.
En conclusión; los Maldonado- Hormaza siempre desarrollaron una función líder y defensiva en la comarca frente a la cercana frontera portuguesa.