Arquitectura tradicional Urbana

 

La  arquitectura típica tradicional es una de las características que hace singular a Guadramiro. Destaca la utilización de la piedra de granito en la mayoría de las edificaciones.

Guadramiro se encuentra enclavado en una zona de abundante material granítico. La mayor parte del casco urbano se alza sobre firme de canchales de granito; sobre PEÑA , como aquí decimos.

La piedra de granito es un material muy duro, poco erosionable. Se puede decir que esta piedra es casi eterna, y Guadramiro es piedra si lo definimos como conjunto constructivo.

Nos basta con observar la iglesia y la ermita, y ver que están totalmente construidas con sillares de granito, con piedras de cantería. O pasear por cualquiera de las calles. Cada casa, pajar, cerca, corral o pared que observamos, en su totalidad, es piedra. Piedra sobre piedra, en sillares o mampuestas. Algunas unidas con masa y otras simplemente unas sobre las otras. Todas ellas formando una perfecta estabilidad. Son pequeñas obras de arte arquitectónico rural.

 

Las casas muestran 3 tipologías:

Por un lado las contemporáneas y más modernas, entremezcladas con paneras y casas tradicionales. Viviendas funcionales llenas de vida.

Las tradicionales son de una planta, enfoscadas en la fachada exterior, austera y asimétrica, casas que en ocasiones tienen dos pisos, hogares de mayor prestancia, guardan simetría en fachada, puerta y vanos al primer piso, que se corresponden con balcones en el segundo. Los vanos en todos los casos son adintelados o de arcos muy rebajados. Casas construidas en mampuesto con sillares en vanos, esquinas aristas y en algunas también presente en el zócalo.

Las viviendas más populares, igualmente levantadas en mampuesto y en caladas no tienen porque guardar disposición simétrica, pudiendo ser de un piso con remarcada chimenea o bien en dos en cuyo caso proliferan los balcones corridos sobre mensulones y cubiertos por teja vana, siguiendo la línea de las casas típicas de las Arribes.

Pueblo que mantiene la arquitectura popular. Al pasear por las calles los Rollos el Rincón, la Vega, la Torre, el Toral, la Iglesia, el Horno, Enrollada, el Pozo, la Sartén…advertimos construcciones de otrora, recuerdos de trabajos que van relegándose en pro de mayores comodidades. Las paneras, paredes de corrales y otras estancias que en varias ocasiones se levantan sobre roca lo hacen en mampuesto de formas muy irregulares algunas con enfoscado terroso, pardo para esconder el material. Los trazados curvos de las paneras y la pluralidad arquitectónica hacen de este pueblo un lugar singular y pintoresco.

 

Al visitante paseante forastero le llama la atención inmediatamente. Que piedra tiene este pueblo, exclaman. Da igual donde mires, todo es piedra. Portadas, brocales de pozos, paredes de huertos o cortinas. Antiguas casas, pajares. Calles como la Enrollada, la de San Sebastián, la calle del Moral, la de la Vega…por citar algunas, conservan el mismo testimonio edificatorio. El barrio de las peñas, las ruinas del antiguo hospital de peregrinos, los soportales de la plaza mayor, las escaleras de la casa palacial, la alhóndiga, el ayuntamiento, la torre…

 Es como un museo de granito, deslucido en cierta medida, por el abandono y la ruina de muchas edificaciones; o la inclusión de nuevas construcciones que siguen otra tipología.

La despoblación a la que se ve sometido nuestro pueblo y comarca, así como la falta de una normativa municipal que conserve y limite el estilo constructivo han contribuido a deteriorar la armonía y belleza que atesoraba Guadramiro.

Calle y construcciones totalmente afectadas por el abandono y la despoblación.

La destrucción del Palacio de los Marqueses de Castellanos, todo de piedra de cantería, las ermitas, viejas casas palacio…han reducido nuestro patrimonio, así como el re emplazamiento de antiguas construcciones por otras viviendas modernas

Aún así, todavía conservamos un alto porcentaje de estas edificaciones que nos hacen imaginar fácilmente como fue el pueblo completamente en el pasado

 


 

Bastaría con imponer un mínimo porcentaje de piedra en las fachadas de las nuevas casas, en una normativa municipal o planeamiento de urbanismo, para conservar y mantener la esencia de nuestro pueblo, la tipología constructiva, nuestra mayor identidad.

 

Vivienda moderna, la cual, guarda perfectamente la tipología constructiva de Guadramiro.

 

No solo en el casco urbano abunda este mineral. Las inmediaciones del pueblo, antes de la parcelación, estaban compuestas por pequeñas parcelas todas divididas mediante paredes de piedra. Huertos, cortinas, prados…todas de piedra. Horas y horas de trabajo, siglos de sudor de nuestros antepasados, formando un autentico paisaje, digo también de protección.

Después de la parcelación, allá por el año 2000, muchas de estas tipologías constructivas se han echado a perder. Se han unificado pequeñas parcelas derrumbando límites entre ellas, o acumulándolos sobre grandes montones. Se ha destruido parte de la herencia de este pueblo, como siempre, sin percatarse de ello, y siempre mirando a mejorar unas condiciones económicas o desarrollar una agricultura y ganadería extensiva moderna, más propia de los tiempos que corren.

A pesar de todo, al igual que en el casco urbano, aun se conservan parte de estas costrucciones, y nos permite suponer como era todo antes de este estrago.

Grandes canteras, picapedreros y canteros debieron existir en Guadramiro para modelar piedra a piedra este pequeño y antiguo museo.

No muy lejos del pueblo, cercano al arroyo de los Campijones hay un paraje conocido como LAS CANTERAS, terreno en el que hoy ya no queda pista ni rastro de haber habido una cantera.